Agencia La Oreja Que Piensa. Feb. 2012. (Por Alberto Borda)
La frase pertenece a Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz quien recibió a La Oreja Que Piensa en su casa. La tarde es calurosa y se lo ve muy animado después del regreso de un viaje agotador.
En esta charla Pérez Esquivel habla de Cuba, de Fidel, del reencuentro después de 10 años de su último viaje a la isla caribeña. También opina de la situación de Malvinas y de la trascendencia internacional que tuvo la agresión al equipo de trabajo del SERPAJ que realizaba acciones junto a los asambleístas en la provincia de Catamarca.
— Diez años sin ir a Cuba.
— Sí. Tenía muchas ganas de ir a Cuba, reencontrarme con Fidel, saber cómo están las cosas a nivel del pueblo cubano y me sorprendió. Cuba viene haciendo un trabajo de articulación, de integración con otros países. En Cuba se ha puesto en evidencia todo esto, problemas que están viviendo como el caso de los indignados. Yo decía en La Habana que en América Latina vivimos indignados frente a las injusticias. No es un problema económico, es un problema estructural de injusticias que viven los pueblos como el caso de los Cinco cubanos detenidos injustamente, que siguen presos en las cárceles norteamericanas, a pesar del fuerte reclamo internacional.
— ¿Que te pareció la Feria del Libro de Cuba, donde presentase tu último trabajo, “Resistir en la esperanza”?
— Extraordinaria. Se realizó en el antiguo fuerte de La Habana, donde se calcula que pasaron más de dos millones y media de personas. Después recorre las distintas provincias cubanas.
— Fuiste invitado a participar del VIII Congreso Internacional de Educación.
— El motivo de la visita fue el Congreso Internacional de Universidades sobre Desarrollo Sustentable que se realizó en el palacio de Convenciones de La Habana. Me tocó abrir el Encuentro con una conferencia sobre lo que representa la ciencia, la técnica y la aceleración del tiempo en esta época que nos ha modificado el pensamiento. Es muy importante la participación de sectores sociales, culturales y políticos a pesar del fuerte bloqueo. Estados Unidos sigue intentando someter a Cuba. Pero no lo ha logrado ni lo va a lograr, creo que hoy con el apoyo de América Latina y del mundo.
— ¿Cómo encontraste a Fidel?
— Lo vi muy bien. Estoy sorprendido por la lucidez que tiene. Fidel está marcando muchas cosas a nivel internacional y a nivel Latinoamericano. Tuvimos nueve horas de diálogo junto a un grupo de intelectuales, entre ellos Stella Calloni, Atilio Borón, Miguel Bonasso y otros compañeros de Asia y África. Hablamos de propuestas sobre hacia donde se dirige América Latina frente a esta grave situación mundial. También de la crisis de las grandes potencias, de los indignados. Y creo que Cuba en este sentido marca un camino desde el punto de vista intelectual e ideológico en el campo de la cultura, la ciencia y el desarrollo. Fidel está marcando rumbos en el pensamiento. Es uno de los pocos estadistas que hoy pueden hacer aportes a la humanidad.
— ¿Cómo ves los cambios que se están produciendo en la isla?
— La revolución cubana no es estática, tiene una dinámica permanente de transformación, cambios de posibilidades, de crecimiento, y esto es lo que se está dando hoy en los cambios generacionales. Esto es lo que le da continuidad en el campo de formación, de la militancia, del trabajo social. Esto se está haciendo en Cuba. Hable con ministros y dicen: " yo estoy saliendo, esos son los que entran". La edad nos llega a todos y lógicamente Cuba está preparando los cambios de la revolución en bien del pueblo cubano y en bien de la humanidad.
— ¿Tocaron el tema de las Islas Malvinas?
— Se habló de la situación de Malvinas y de apoyar a la Argentina en su reclamo ante una potencia colonialista como Gran Bretaña.
— ¿Hubo participación de los medios de comunicación?
— Sí, mucha participación. Muchísimos medios de prensa de todos lados que hicieron un gran aporte. En Telesur me hicieron una entrevista, y allí comenté las noticias que me llegaban desde Argentina, de los compañeros del SERPAJ de lo que estaban haciendo para acompañar a los pueblos de las regiones donde están sometidos al problema minero. Como los casos de Andalgalá, Tinogasta, Belén. Y denunciar las agresiones que le han hecho a los compañeros y compañeras del SERPAJ, que tuvo una gran trascendencia internacional.
— Muchos medios de comunicación intentan instalar que se está en contra de la minería.
— No estamos en contra de la minería. Estamos en contra de la mega minería contaminante, a la explotación irracional. Espero que llegue a la conciencia internacional de los daños que estas empresas vienen a explotar y a extraer los recursos de nuestros pueblos prácticamente gratis.
Porque se llevan el 97% de los recursos mineros, dejando la destrucción y la contaminación y los daños no solo para las generaciones presentes sino para las generaciones futuras. como el barro para relleno.
En ese barro se van minerales estratégicos que les llaman las tierras raras. Y eso vale más que el oro, más que la plata y más que cualquier mineral. Y son los que usan para los teléfonos celulares, para las computadoras, para viajes espaciales.
-También en el continente africano...
Yo he estado en África y lo que han hecho allí es terrible con la extracción de diamantes y de todo tipo de minerales. La gente vive en la miseria, no tienen agua, está todo contaminado, destruido. Ya no hay bosques, es como Haití, es tierra arrasada.
Desde el SERPAJ venimos apoyando estas luchas sociales y si hablamos de democracia, esta palabra significa derecho e igualdad para todos y no para algunos. Y menos aún para las empresas trasnacionales.