Agencia La Oreja Que Piensa. Agos/2013. Por Guadalupe Podestá Cordero (*)
Desde que recuerdo los héroes de los dibujitos, las historietas, las películas de mi infancia eran blancos/as, la mujer maravilla tenía pelo negro, pero la piel blanca hasta el extremo (nunca entendí cómo si siempre andaba sin mangas y en short no se tostaba…) la inclusión de protagonistas de otras tonalidades es más bien moderna.
Queda claro que hablo de material de entretenimiento para niños, los elencos multirraciales aparecen en los sesenta y con esfuerzo, de hecho en el cine “los negros” que avanzan en la vida es porque han hecho lo que el sistema opresor les pedía y se ganaban el favor de “los blancos”.
Alguien recuerda al “llanero Solitario”? Los que lo hemos visto sabemos que todo el trabajo lo hacía Toro, pero la serie era del cowboy blanco, que llegaba a lo último para la pelea final. Muchos hemos visto Kung Fu, pero poco saben que era una idea de Bruce Lee, al que no le dieron el protagónico por ser “demasiado Chino”??!!!, eso sí, en el Avispón Verde, él también hacía todo el trabajo y encima enmascarado. En División Miami las ideas las tiene el negro, el jefe que es latino se ahoga en un vaso de agua, pero el crédito se lo lleva el blanco. En Brigada A, la serie pro paramilitar por excelencia, Míster T era miedoso, bruto y sólo estaba allí para los trabajos de fuerza, las ideas eran del resto (ese blanco resto) y siempre iban a liberar pueblos asolados por latinos malignos y habitados por latinos sumisos y tontos que no tienen idea de cómo hacer una revolución.
Si alguien vio “Señorita Maestra” Cirilo era el más pobre e indefenso, tontón inocente que vivía enamorado de una blanca, racista y petulante… La maestra eternamente rubia con sonrisita condescendiente, y el buen portero español… volviendo a Cirilo, el padre era… ejecutivo? Gerente? Capataz? Nooooooo en la televisión argentina tampoco avanzás si tu piel es más oscura que lo que la visión colonizada permite.
Claro, inevitablemente, el sistema de pensamiento del colonizador resiste los tiempos, como si tuviera un recubrimiento especial… ah, si, lo tiene, los reproductores de los patrones del pensamiento imperial, llámese escuela, medios, y demás siguen intactos en un punto, pese a los grandes esfuerzos que hacen el INADI y el Observatorio De Medios. Esto ocurre porque los niños repiten lo que dicen en casa, y en casa aún se repiten los retintines de las antiguas y xenófobas formas del pensamiento que fue implantado en nuestras tierras.
Es doloroso sentir que esto es parte aún de nuestra realidad, porque muchos aspiramos a una mundo para todos y todas, vengas de donde vengas, la belleza de este planeta no sólo está dada por sus paisajes, sino por su infinita diversidad, sin embargo los blancos se ha quedado con el derecho a “civilizar y liberar” matando a millones para que cinco sigan manejando negocios.
Tan profundo es esto que España se niega a pedir perdón al Gobierno Soberano del Estado Plurinacional de Bolivia, pretender además registrar el avión, y que quisieran hacer hablar al presidente con una vicecanciller en vez de que la máxima autoridad política española sea quien se comunique, ese maltrato y abuso al que Evo Morales se opuso con suma razón, es la demostración de la mirada racista que mantiene la dirigencia de esos países, que aún guardan el dolor que de que en este siglo hayamos levantado la cabeza y puesto límites a los privilegios que aún tenían.
La brutalidad cruda del pensamiento racista y xenófobo se expresa cada día, muchas veces desde los titulares de algunos medios, o desde las opiniones vertidas en ciertos foros por lectores que creen tener una superioridad que, a las claras, siempre es ilusoria.
Los colonizados suelen hacer carne el pensamiento del colonizador, lo que no entienden es que son meros sirvientes de las oligarquías, que aunque ellos cumplan con los requisitos para ser considerados personas por sus dominadores, siempre serán vistos en inferioridad con respecto a ellos, el oligarca no se toma una café con el clasemediero, no se engañen, a sus ojos somos todos negros, todos sudacas.
Para la mirada del dominador la piel morena, los ojos profundos, la dignidad del luchador, del campesino, del obrero, es un acto imperdonable. El afán de construir libertad y soberanía es un pecado para el dominador y sus esbirros oligárquicos.
Y esa forma de juzgarnos es perpetuar el racismo como parámetro de implantación de la conciencia limitante. Que alguien pueda pensar que sólo los rubios son buenas personas, prolijas, inteligentes sin vicios, eso es pensar de forma racista, porque del otro lado está lo “malo”, el tema es que del otro lado estamos todos lo que no somos “rubios y de ojos celestes”
Y esto ha llegado a un punto de tal magnitud que cuando canonizaron a Ceferino Namuncurá, las imágenes que aparecieron en estampitas y estandartes tenían la piel blanca y era casi pelirrojo.
No podemos negar que se han hecho avances contra el racismo, pero seamos conscientes que erradicarlo es complejo porque además significa que se entienda que muchas expresiones racistas perviven en el lenguaje coloquial.
Cuando alguien se disculpa diciendo “digo negro de mente, no de piel” está siendo racista, pero además implica suponer que las mentes tienen color, lo terrible es que ninguno de los que lo dice es “sangre azul”… cuando alguien dice “el bolita” o “fui al bolishoping” está descalificando a los hermanos bolivianos, no son bolitas, y algunos venden en ferias o puestos, ¿es tan difícil de entender o tan complejo de decir?, a los hermanos paraguayos les dicen “paragua” será que pretenden que también los protejan de la lluvia a los blanquitos o a los semimorochos que también los juzgan por el mero hecho de no haber nacido acá. Las personas que emigran desde el África tienen grandes problemas para conseguir el trabajo que sus títulos ameritan, porque las empresas no les dan espacio, entonces quedan relegados a vender bijouterie, cosa que no es indigna, pero que en este caso es la demostración palmaria del racismo laboral.
Si alguien ve a un chico morocho en la calle lo mirará con desconfianza y si por el frío se subió la capucha o por el sol usa gorra, ni te cuento, como si eso fuese garantía de malignidad, pero salieron muchos de esos que juzgan por el tono de la piel, a defender a un cura abusador sólo porque era amigo de un viejo colaboracionista de la dictadura que ama a los animalitos.
Esos son los que aún creen que un gato negro, por ser negro es de mala suerte y son los mismos que se horrorizan cuando les recordás que el ser humano no es más que un animal bípedo, mamífero y omnívoro, tenga la piel que tenga.
Modificar estas estructuras depende específicamente de lo que elijamos hacer y cómo.
Muchas veces modificar implica autoanalizarse y ver en qué punto uno es eso que critica, pero también modificar presupone comprender que el racismo, el sexismo, el clasismo, la xenofobia y demás, provienen del mismo pensamiento colonia y que además es su herramienta, que estos pensamientos terribles manan muchas veces de la educación y de la religión. Modificar implica revelarse a lo que se nos muestra como “verdades de razón” o “revelación divina” para comprender que todos somos parte de la misma humanidad y que integramos el mismo reino animal, en un planeta de millones, en un sistema solar que está en una galaxia periférica, es decir todos estamos en el conurbano galáctico, nadie es más que nadie.
¿Podés vivir con eso? Yo sí.
(*)Periodista