Agencia La Oreja Que Piensa. Febrero 2013.
Los jóvenes son uno de los colectivos más afectados por el desempleo. De hecho, la tasa de paro entre los menores de 25 años alcanza ya el 55%. Los líderes europeos han puesto el foco en este problema en las últimas semanas y han mostrado su preocupación. A continuación, analizamos cuáles son las características del parado juvenil en España.
La canciller Angela Merkel, el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Economía, Olli Rehn, o el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, han mostrado su inquietud por la gran dificultad que tienen los jóvenes españoles para encontrar trabajo.
El Gobierno ya lo ha apuntado como una prioridad en su agenda y prepara una batería de medidas para impulsar en el empleo entre este colectivo.
Una de las propuestas que está estudiando el Ejecutivo es la, por ejemplo, la bonificación de hasta 3.600 euros anuales para los contratos indefinidos con menores de hasta 30 años, tal y como adelantó Expansión esta semana.
Además, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ya ha dicho que va a proponer en la cumbre que se celebra hoy que "varios miles de millones" de los presupuestos plurianuales de la Unión Europea entre 2014 y 2015 se destinen a crear puestos de trabajo para jóvenes.
Según ha podido saber Europa Press, el montante para este fin podría situarse entre los 3.000 y los 5.000 millones de euros.
Sin duda, los líderes políticos han puesto la lupa sobre el desempleo juvenil que afecta especialmente a España. Pero, ¿qué perfil tienen estos parados?
Joven, soltero… busca trabajo
Para realizar este análisis hay que matizar que se han tenido en cuenta los datos de la última Encuesta de Población Activa que afectan a los ciudadanos menores de 25 años (esta es la referencia que toman los expertos para hablar del paro juvenil).
Pues bien, en España hay 930.200 jóvenes que buscan un empleo sin suerte. El desempleo se ceba con especial énfasis entre las personas que tienen entre 20 y 24 años, franja de edad en la que se concentra el 79,3% de los parados de este colectivo.
A esa edad, el paro afecta más a los hombres (representan el 54% del total) que a las mujeres (el 46%), un patrón que se repite en el total de los desempleados. Lo que la mayoría (95,8%) tiene en común es que son solteros.
¿Dónde viven?
Y hay que decir que más de la mitad de estos chavales vive en Andalucía (230.000), Cataluña (150.000) y Madrid (109.000), comunidades donde se concentra el 52,6% del paro juvenil.
Pero si se observa la tasa de paro (porcentaje de desempleados sobre la población activa) la foto cambia y las autonomías con peores cifras son Ceuta (71,9%), Canarias (70,2%) y Andalucía (65,1%). Esta última región aparece entre las más afectadas por este lastre tanto en términos absolutos como relativos.
¿Qué han estudiado?
El nivel educativo de los parados con menos de 25 años es bastante básico. La mayor parte, el 39,2%, sólo han estudiado hasta segundo de la ESO y cuenta con la formación y la inserción laboral correspondiente. Otro 28,3% tiene hasta cuarto de la ESO. Además, un 17,2% sólo tiene educación primaria, tan sólo un 15,1% ha realizado estudios superiores (excepto doctorado) y un 0,2% está considerado como analfabeto.
Otra cuestión importante, es que de estos jóvenes que se encuentran buscando un futuro laboral hay 593.800 (el 63,8%) que no está estudiando ya. Es decir, que el grueso de este grupo no trata de compatibilizar estudios y trabajo, sino que ya ha finalizado su formación y quiere conseguir un puesto.
¿Tienen experiencia laboral?
Además, gran parte de estos chicos ya ha trabajado con anterioridad, por lo que se le supone una mínima experiencia, y busca una nueva ocupación (el 65,4%). Eso sí, más de un tercio, unos 321.849, todavía no han tenido una oportunidad laboral y persiguen su primer trabajo. Y esta tarea no parece fácil, pues el 45,9% lleva más de un año buscando sin éxito. Es decir, hay, nada más y nada menos, que 426.600 menores de 25 años que ya son parados de larga duración.
Por otra parte, hay que señalar que el 63,5% no tiene preferencia de horario y está dispuesto a adaptarse a lo que encuentre.
¿A qué se quieren dedicar?
Por sectores, la distribución es muy desigual. El grueso de estos desempleados (el 64,6%) pertenece al sector servicios y el resto se reparte entre construcción (14,4%), industria (el 11%) y la agricultura (10%).
El mercado laboral español, con casi seis millones de parados, se presenta como un terreno hostil para quienes recién acabados los estudios tratan de abrirse un hueco. Estos jóvenes son el futuro del país, pero no encuentran oportunidades y muchos ya han optado por emigrar. De momento, los políticos ya se han dado cuenta de que no pueden obviar este problema. Ahora toca ver en qué se concretan sus discursos.