Agencia la Oreja Que Piensa. Desde la ONU en Ginebra Por Sergio Ferrari
La UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzaron en Ginebra un Plan de Acción Mundial que intenta reducir la muerte anual de 2 millones de infantes en todo el mundo.
El Plan se concentra en la lucha contra la diarrea y la neumonía, dos de las principales enfermedades que causan la mayor cantidad de muertes entre menores de cinco años.
El mismo intenta implementar una mayor y mejor prevención y tratamiento de esos dos flagelos. Sin excluir el uso de nuevas vacunas. Una buena nutrición y un ambiente limpio son factores esenciales para proteger a los infantes.
La pobreza extrema es la causa de mayor responsabilidad en la mortalidad infantil, especialmente aquella ligada a enfermedades previsibles. Casi el 90% de las muertes por neumonía y diarrea se producen actualmente en el África subsahariana y Asia meridional.
Un esfuerzo de equidad
El doctor Mickey Chopra, jefe mundial de los programas de salud de UNICEF afirmó que este Plan expresa una iniciativa “de equidad. Los niños pobres de los países de bajos ingresos corren un mayor riesgo de muerte por neumonía o por diarrea, pero es mucho menos probable que reciban las intervenciones que necesitan”, precisó.
Las respuestas y soluciones son posibles, subrayan los principales responsables internacional de salud pública.
Si en los 75 países con las tasas más altas de mortalidad se aplicara a toda la población la misma cobertura de intervenciones esenciales que disfruta el 20% de los hogares más ricos, se podría evitar la muerte de 2 millones de niños, ya en el 2015, añadió el doctor Chopra.
El 4to Objetivo de Desarrollo para el Milenio (ODM) establece, precisamente, la reducción de la mortalidad infantil -para los menores de cinco años- en un 60 % entre 1990 y el 2015.
Casi 7 millones de niños murieron en 2011
A pesar de esta meta, 6.9 millones de niños menores de 5 años murieron en 2011. Casi el 75% de esas defunciones se debieron a sólo seis trastornos: problemas neonatales, neumonía, diarrea, paludismo, sarampión y VIH/SIDA.
El nuevo Plan de Acción de OMS/UNICEF establece objetivos claros para 2025: un 75% de reducción en la incidencia de la neumonía y la diarrea graves a partir de los niveles de 2010 -entre los menores de cinco años-, y la eliminación casi total de las muertes debidas a ambas enfermedades en el mismo grupo de edad. También propone una reducción del 40% en el número mundial de niños con retraso en el crecimiento.
Los objetivos previstos son significativamente más altos que los niveles actuales. Por ejemplo, se pide que el 90% de todos los niños tengan acceso a antibióticos contra la neumonía y a las sales de rehidratación oral contra la diarrea, por encima de los niveles actuales del 31% y el 35% respectivamente.
Como meta intermedia, al menos la mitad de todos los niños menores de seis meses deberían recibir lactancia materna exclusiva, frente a los niveles de 2012 del 39%.
El Plan de Acción hace un llamamiento a los gobiernos y otras partes interesadas para que den prioridad a la inversión en los grupos de población que tienen un acceso deficiente a los servicios para prevenir y tratar la neumonía y la diarrea.