Agencia La Oreja Que Piensa. Mayo 2012. Desde Marsella, Francia. (Por Leonor E. Harispe)
Un concierto de sirenas hicieron vibrar a toda Marsella . Penetraban en la piel.
Eran los trabajadores del puerto que festejaban el triunfo de Hollanda. Las sirenas de los barcos que anuncian partidas, llegadas, alertas, bautismos ,esta vez sonaban de alegría que se unía a la de miles de jóvenes de origen árabe, turco, italianos, latinoamericanos franceses….
La Canebiere, avenida central de Marsella bailaba al ritmo de música oriental,… las mesas de los bares ocupaban las veredas con gente riendo,comiendo,soñando.
Fue como el despertar de una pesadilla que fue in crecendo en los últimos años : el odio a los extranjeros con la perversidad de atribuirles la culpabilidad de la crisis.
Hollanda no prometiò nada material. Enunció simplemente su rumbo inmediato sobre dos ejes : la juventud y la justicia . Dos puntos que sin querer se asemejan a Argentina….
Su primer gesto de gobierno: rebaja del 30 % de los salaries del presidente y del gabinete entero.
La ecuación entre justicia y juventud desató la alegría .
Pero también genera el rechazo. de una derecha parlamentaria ligada a las grandes finanzas que se identificó con la ultra-derecha .Ellos no regarán de flores el camino de Hollanda.
Queda así en el aire un sentimiento de responsabilidad y de precaución,
También ciertos interrogantes:
El Nuevo gobierno producirá cambios en las relaciones democráticas hacia una forma PARTICIPATIVA? Para que la representación de los intereses populares no sean juzgados solamente por vía electoral cada 5 años? Surgirán miles de nuevos dirigentes que sepan trabajar con su entorno acercando ,uniendo, ayudando a comprender políticamente y crear conciencias ?
El Frente de izquierda que apoyó a Hollanda sabrá inserirse en este proceso de cambio con inteligencia y determinación para avanzar fraternalmente ?.
El Nuevo gobierno sabrá establecer nuevas relaciones pacíficas en escala mundial y equidad en las relaciones con América Latina?
Ese es el desafío para los jóvenes y menos jóvenes que reían y bailaban en Marsella y en toda Francia,
Manos a la obra! para que nuevamente las sirenas desplieguen su canto .