Fotografías de Walter Mansilla y Tomas Posse
Agencia La Oreja Que Piensa. Por Gabriela Marsilli (*)
Este sábado el pueblo de Andalgalá (**) dará su vuelta numero 556 alrededor de la plaza 9 de Julio.
No es casual que a lo largo de estos once años, los mecanismos de poder hayan tratado de doblegar de muchísimas formas a la comunidad. Pero nuestras raíces son las del Algarrobo.
En primer lugar debemos saber que el proyecto Agua Rica (en todas sus versiones) contaminaría la cuenca del río Andalgalá, que abastece de agua no solo a la población, sino a la fauna, y a todos los cultivos de la región. Es por eso que está protegida por la ley de glaciares, la ley del ambiente, ley de bosques y una ordenanza municipal que prohíbe la megaminería en este territorio.
Sin embargo los poderes provinciales y nacionales parecen desconocer (como si fuera eso posible) los peligros que implica la explotación minera a cielo abierto a solo 15 km de la población, y nos han puesto más de una vez la etiqueta de “pueblo sacrificable”.
El impacto ambiental que generaría Agua Rica es tan nocivo que la pérdida de la biodiversidad sería irreversible. Además pretende lanzar 480.000 toneladas de dióxido de carbono por año a la atmósfera.
Y no solo eso, sino que también destruye la cultura ancestral de las comunidades al arruinar sitios arqueológicos y sagrados como el Capac Ñam (conocido como Camino del Inca).
El daño que ocasionaría este proyecto es tan grave que sería prácticamente imposible vivir en Andalgalá de llevarse a cabo.
Teniendo esto en cuenta, las caminatas son un símbolo de la resistencia frente al modelo extractivista que se pretende instalar como único salvador de la economía catamarqueña.
Es por eso que la presencia infaltable y alerta de los vecinos cada fin de semana desató represiones, amenazas (que aún continúan, por supuesto), pero por sobre todo un lazo irrompible entre quienes defendemos la vida.
Las caminatas son un lugar de encuentro, de fraternidad, de solidaridad, de música y por supuesto de empatía y lucha colectiva.
Por nuestra plaza pasaron artistas locales y nacionales, referentes de otras luchas hermanas, compañerxs que están pasando por lo mismo en otros lugares, todxs hermanadxs en una sola premisa: EL AGUA VALE MAS QUE EL ORO. Porque entendemos que esto no nos pasa solo a nosotrxs, aquí en Andalgalá, sino que forma parte de un modelo, donde los recursos naturales están puestos como garantías en los negocios de quienes detentan el poder. Cambian los gobiernos, pero la cuestión macro económica y el pensamiento extractivista es un hilo conductor en la dirigencia argentina.
Este sábado, una vez más – y con todas las medidas de seguridad dispuestas por el COE - frente a la propuesta destructiva de la megaminería, respondemos con nuestras whipalas en alto, candombe, murga y salimos!
Nuestro mensaje es claro como el agua que defendemos:
NO TIENEN LICENCIA SOCIAL. EL NEVADO DEL ACONQUIJA NO SE TOCA.
(*)Gabriela Marsilli, Estudiante de la carrera de Lic en Letras de la UNT y trabajadora audiovisual. Integrante de Radio El Algarrobo http://www.radioelalgarrobo.blogspot.com/
(**) Es una ciudad del centro norte de la provincia argentina de Catamarca, y capital del Departamento homónimo; a 248 km al norte de la capital provincial San Fernando del Valle de Catamarca.