Agencia La Oreja Que Piensa. Por Equipo Pueblos Originarios del SERPAJ. Escuchar audio
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El desborde del Río Pilcomayo, si bien se repite todos los años en esta época, nunca fue de tanta magnitud, y causó tantos estragos entre la población wichí de varias comunidades de la zona.
A la pobreza que sufren esas comunidades, ahora se le agrega esta terrible inundación que hizo que abandonaran sus casas y muchos se trasladaron a orillas de la ruta, llevando algunas de sus cosas y guareciéndose simplemente con un nylon.
Según lo relata nuestro entrevistado de hoy, las autoridades provinciales fueron a los pocos días, pero no llegaron a los lugares inundados, se quedaron donde estaba seco, se tomaron fotos y volvieron a la ciudad de Salta.
Es decir, el necesario acompañamiento y ayuda por parte del estado, estuvo notoriamente ausente en esta oportunidad. Afortunadamente la solidaridad de la gente posibilitó que llegaran mercadería, ropas y cosas que se necesitaban. Siempre es lo mismo, no? Se hacen campañas para que el pueblo se solidarice, pero y quienes debe hacerlo, bien gracias.
También debemos reconocer que lamentablemente el caso de esta inundación no tuvo la misma difusión que el de Bahía Blanca, no? Los hermanos dicen, que es porque ellos son indígenas y no importa tanto. Es duro, pero parece que es así.
Durante gran parte del mes de marzo, las comunidades de la zona debieron soportar estar aisladas, sin comida ni agua. Los hombres dicen, salían a caminar kilómetros a buscar víveres o a vender animales que sobrevivieron para poder comer. Cuando las aguas bajen definitivamente y tengan que volver a sus casas, allí verán si lo pueden hacer o si tienen que empezar nuevamente de cero.
Ana Álvarez, ingeniera agrónoma e integrante de “Asociana”, señaló: “El Pilcomayo es un río que se mueve, tiene muchísimo sedimento de la alta cuenca que viene de Bolivia. Esto se pudo prevenir, se sabía que iba a pasar y se sabe que seguirá pasando”. Y cerró su idea: “Hacen falta dispositivos de evacuación preparados. En Salta no está aceitado eso. Y la infraestructura debería pensarse teniendo en cuenta al río. ¿En qué lugares construir escuelas, cómo anillar, cómo pensar las rutas? Hay que tener planificación de obras preguntando a la gente de la zona”.
Y bueno, entonces vamos a escuchar al hermano Abel Mendoza, cacique de la Comunidad Wichí de Santa Victoria Este, quien expresa su sentimiento ante esto que acaba de pasar