Agencia La Oreja Que Piensa.
Carlos Bastidas Argüello (der) en la Sierra Maestra, Cuba, con el entonces líder del Ejército Rebelde, Fidel Castro. Foto: Radio Rebelde
El periodista ecuatoriano Carlos Bastidas Argüello, a quien sus amigos llamaban Charlie, tenía 23 años cuando fue asesinado en una esquina de La Habana como Atahualpa Recio, el seudónimo con el que viajó a la isla caribeña para reportar los acontecimientos de la naciente Revolución cubana, informa Andes.
Este 13 de mayo de 2015, la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU) volverá a rendirle un homenaje en su sede de la barriada habanera del Vedado al que ha sido considerado el último periodista que la dictadura de Fulgencio Batista ultimó en Cuba, el 13 de mayo de 1958, hace ya 57 años.
Con ese nombre falso, había llegado el joven a la isla a inicios de ese año y se trasladó a la Sierra Maestra, en el oriente cubano, con la misión entrevistar a Fidel Castro, el líder del Ejército Rebelde que combatían al ejército hasta su triunfo el 1 de enero de 1959.
También tenía el objetivo de escribir un libro acerca de las dictaduras militares en América Latina, pero cuando retornó a La Habana, y un día antes de regresar a Ecuador, fue atacado con un arma de fuego por un agente policial.
El libro “Andanzas de Atahualpa Recio. Vida y pasión de un periodista ecuatoriano asesinado en La Habana”, del escritor y periodista cubano Juan Marrero, publicado por la Cámara Ecuatoriana del Libro, es una biografía de Bastidas (Milagro, Ecuador, 1935), quien al llegar a Cuba en su última encomienda profesional ya había recorrido un largo camino.
Primero había trabajado para la agencia norteamericana Asociated Press, para la cual reportó los sucesos políticos acaecidos en Hungría en 1956 y las caídas de las dictaduras de Rojas Pinilla, en Colombia, y Pérez Jiménez, en Venezuela.
A su paso por Caracas, conoce al periodista argentino Jorge Ricardo Masetti, quien años más tarde fundó en la Habana, a propuesta de Fidel Castro y al argentino Ernesto Che Guevara, la Agencia Prensa Latina. Massetti también estuvo en la Sierra Maestra para entrevistar al líder del ER y a su compatriota.
Según relata Marrero, Bastidas vivió en la Sierra Maestra como un revolucionario más y fue uno de los primeros que habló a través de la emisora Radio Rebelde, entonces clandestina, que fue radicada en La Plata, en ese enclave montañoso cubano, donde estableció una relación con los líderes del Ejército, y se reencuentra con Masetti. Allí permaneció varias semanas hasta lograr la entrevistas con Fidel Castro.
El domingo 11 de mayo regresó a la capital cubana. Según testimonios, habría visitado el Colegio Provincial de Periodistas, y acudió a la Embajada de Ecuador, donde entregó al entonces embajador, Virgilio Chiriboga, rollos fotográficos y otros documentos.
Estaba previsto que continuara viaje al día siguiente hacia Estados Unidos, después de un último contacto con miembros del Movimiento 26 de Julio. En ese país pretendía denunciar los bombardeos de la aviación de Batista contra las comunidades rurales que apoyaban a los guerrilleros. También entregaría cartas a patriotas cubanos exiliados.
Pero el cabo Orlando Marrero, alias ´Gallo ronco´, quien cumplía órdenes expresas del coronel Pilar García, uno de los más sanguinarios jefes militares de la tiranía y Jefe de la Policía Nacional, y el también coronel Orlando Piedra, jefe del Buró de Investigaciones, seguía la pista del joven periodista ecuatoriano, cuya vida cegó esa misma noche.
Según testigos presenciales de la época, el agente policial entró a un bar donde estaba Bastidas y ante la agresión verbal de éste, el periodista ecuatoriano se dispuso a replicar cuando fue golpeado y lanzado al suelo y le dispararon tres veces en la cabeza, en vísperas de su salida de Cuba; luego la prensa cubana de la época trató de distorsionar el suceso para ocultar el crimen.
Carlos Bastidas héroe en Ecuador
En Ecuador, su maestro, el escritor Justino Cornejo, dijo en su despedida a su discípulo: “Carlos Bastidas Argüello que ha caído no como un servidor envilecido del Despotismo y ni siquiera como el común de los mortales. Ha caído como un combatiente franco y valeroso, en lucha por la liberación de un pueblo hermano. Ha caído casi como un héroe, y el resplandor que desde ayer aureola su frente morena de hombre mestizo de la tierra ecuatoriana, llega hasta nosotros, iluminándonos también”.
Una tarja colocada en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba tiene inscrita la frase: “Carlos Bastidas Argüello, joven periodista ecuatoriano asesinado en La Habana, 13 de mayo de 1958, por difundir la verdad de la Revolución cubana”.
Edmundo Bastidas, quien vive todavía en Esmeraldas, ha recordado una conversación entre su hermano y su madre, cuando este le afirmó: “me duelen profundamente las injusticias y sufro cuando el pueblo sufre”.
La vida y la obra de este periodista todavía hoy no es muy conocida en Ecuador, mucho menos entre las nuevas generaciones; en Cuba cada año se le recuerda como el último periodista asesinado en ese país. Sus asesinos, como en otros tantos casos, incluso más contemporáneos, escaparon de la justicia y se refugiaron en La Florida, en Estados Unidos.
Biografía
Carlos Bastidas Argüello estudió en el colegio Mejía, de Quito. A los 14 años dirigió el periódico Vida Estudiantil, donde realizó su primera entrevista al entonces presidente José María Velasco Ibarra.
Se graduó como periodista en la Universidad de Northwester de Estados Unidos. Fue corresponsal de la agencia Associated Press, de los periódicos Diario del Ecuador, Quito, y El Telégrafo, Guayaquil. Cubrió la invasión soviética en Hungría en 1956 y las caídas de las dictaduras de Gustavo Rojas Pinilla, en Colombia, y la de Carlos Pérez Jiménez, en Venezuela. Por el contenido de sus reportajes fue apresado en Venezuela y se le denegó el ingreso a República Dominicana.
Cada 13 de mayo, en La Habana se celebra el evento Jornada por el Día Mundial de la Libertad de Prensa que termina con una peregrinación al cementerio donde reposan los restos de Carlos Bastidas Argüello.
El 17 de mayo de 1958, cuatro días después de su asesinato, la Unión Nacional de Periodistas organizó en Guayaquil un homenaje póstumo a Bastidas Argüello, cuyas palabras centrales estuvieron a cargo de Justino Cornejo, su profesor de Literatura en el Colegio Americano de Guayaquil.
En Cuba, a los tres días del asesinato, el Colegio de Periodistas de La Habana recuperó el cadáver y el 17 de mayo lo sepultó en el panteón de la Asociación de Reporteros de La Habana, en el Cementerio de Colón. En 1998 sus restos fueron trasladados con honores de héroe al Panteón de los Veteranos de la Independencia.
“Carlos Bastidas: elegía a un rebelde soñador” es un documental sobre su vida y su obra, del realizador cubano Guillermo Rodríguez, presentado en 2009.