Megan Rapinoe, ícono del deporte y del feminismo, fue una de las que cuestionó la decisión de la Corte Suprema.
Agencia La Oreja Que Piensa. (*)
(ANSA) - LOS ANGELES. - "¿Estamos en una democracia en la que las armas tienen más derechos que las mujeres?", se pregunta hoy la Liga de básquetbol profesional femenina (WNBA), una de las primeras en alzar la voz en el deporte contra la decisión de la Corte Suprema de Justicia de anular el histórico fallo que legalizó el aborto en Estados Unidos hace cinco décadas.
La misma Corte Suprema que el viernes amplió el derecho a regular el aborto a los estados a los que un día antes les restringió la capacidad para regular el acceso a las armas de los ciudadanos tras la aprobación de un proyecto de ley en el Senado para frenar la escalada de violencia.
Pero no sólo la WNBA, que subrayó que ambas cuestiones están alineadas y consideró que "atentan contra el sentido de la dignidad humana, mientras que prohibir el aborto refuerza las desigualdades económicas, sociales y políticas", cuestiona el fallo que el propio presidente estadounidense, Joe Biden, calificó de "devastador y doloroso".
"Devastada" se dijo también Sue Bird, ícono de la WNBA y ganadora de cinco oros olímpicos cuyo equipo, Seattle Storm, criticó con dureza el hecho de que "las personas ganaron la libertad de adquirir impunemente armas, mientras las mujeres perdieron la libertad de decidir sobre su propio cuerpo y sobre su futuro".
"¿Cómo fue que llegamos a este punto?", se preguntó Lexie Brown, estrella de Los Angeles Sparks, al afirmar que "resulta realmente aterrador que suceda lo que sucede en Estados Unidos y nosotros nos concentremos en estas cuestiones".
"Es difícil expresarse estando tan triste", dijo por su parte Megan Rapinoe, capitana de la selección nacional femenina de fútbol bicampeona del mundo e ícono no sólo del deporte, sino de la lucha por los derechos de las mujeres, antes de un amistoso frente a Colombia.
"Simplemente no puedo subestimar lo triste y cruel que es esto. El punto es la crueldad, porque esto no es pro-vida, de ninguna manera", agregó Rapinoe, al considerar que la decisión de la Corte Suprema "agravará por completo las desigualdades existentes en nuestro país".
Rapinoe, que es pareja de la basquetbolista Sue Bird, dijo temer que las protecciones constitucionales en Estados Unidos sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo también se encuentren en peligro a partir de este precedente, que hace retroceder al país en materia de derechos conquistados.
"Esta sentencia no terminará con el aborto, sino sólo con el acceso legal y seguro a este procedimiento médico", destacó por su parte Billie Jean King, otro ícono del feminismo y del tenis al igual que su compatriota de origen checo Martina Navratilova, quien consideró: "La marcha hacia Gilead está aquí", refiriéndose a la novela "The Handmaid's Tale (El cuento de la criada), que relata un futuro en el que las mujeres son subyugadas y esclavizadas por los hombres.
Pero no sólo las damas del deporte de ayer y de hoy opinaron sobre la sentencia que puso en guardia a todo un país. El astro de Los Angeles Lakers y de la NBA, LeBron James, aseguró que esta decisión responde "sólo a mantener el poder y el control".
"Nuestro país se está moviendo en la dirección equivocada", consideró en tanto Stefan Frei, arquero suizo-estadounidense que milita en los Seattle Sounders de la Major League Soccer (MLS).
Por lo pronto y para protestar contra la decisión de anular el histórico fallo "Roe vs Wade" que legalizó el aborto en Estados Unidos en 1973, cientos de personas se reunieron hoy frente a la Corte Suprema por segundo día consecutivo, escenario que se repite también en ciudades como Nueva York y California.
El fallo de la Corte no prohíbe la interrupción del embarazo, pero deja en mano de cada uno de los 50 estados la potestad de legislar en la materia, como esperaban que sucediera aquellos gobernados por representantes del Partido Republicano.
A partir de la sentencia, nueve estados: Alabama, Arkansas, Kentucky, Louisiana, Missouri, Oklahoma, Dakota del Sur, Utah y Wisconsin prohibieron el aborto, mientras que otros como Idaho, Tennessee, Texas, Arizona, Georgia, Iowa y Michigan seguirían sus pasos en breve.
California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawai, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Oregon, Vermont, Rhode Island y Washington, en tanto, adoptaron medidas que refuerzan la protección del derecho a la interrupción del embarazo.
Según distintas organizaciones, la decisión afectará a cerca de 36 millones de mujeres en todo el país, especialmente a las que pertenecen a comunidades más vulnerables como la afro-estadounidense y la de origen latino.
Biden, que prometió luchar por defender los derechos de sus conciudadanas, coincidió con su antecesor demócrata en el cargo, Barack Obama, al calificar el fallo como "devastador".
Distintas organizaciones de derechos humanos consideraron que la sentencia representa un retroceso de décadas, coincidiendo en el diagnóstico de Sonia Sotomayor, Stephen Breyer y Elena Kagan, los tres jueces de la Corte Suprema (de mayoría conservadora desde que el entonces presidente Donald Trump nombró a tres de ellos) que votaron en contra de la misma, aprobada por los seis restantes.
"El daño es infinito", consideró el viernes Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, al cuestionar el fallo que aplaudió el ex vicepresidente Mike Pence, quien consideró que la Corte Suprema "corrigió un error histórico".
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