(ANSA) - BUENOS AIRES 2 SEPT - Repudio y solidaridad son las palabras más repetidas en los mensajes enviados por el fútbol argentino a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras el fallido atentado contra su vida el jueves por la noche frente a su domicilio.
Tras la sensación inicial de sorpresa, indignación y angustia que provocó la noticia, la sociedad se moviliza en distintos puntos del país en defensa de la emblemática líder política y de la democracia, destacan quienes participan de las marchas de manera autoconvocada u orgánica.
Las centrales de trabajadores anticipan medidas en señal de repudio y de solidaridad con la expresidenta argentina que "desde hace años es víctima de una campaña de persecución permanente", a decir del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien consideró el fallido magnicidio como un claro ataque contra el sistema democrático.
Tras la decisión del presidente Alberto Fernández de decretar la jornada del viernes como feriado nacional a raíz del grave episodio, el fútbol también decidió parar la pelota.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) repudió el atentado y suspendió los tres partidos que debían celebrarse hoy por la decimoséptima fecha de la Liga Profesional, que se puso en marcha el jueves, casi en coincidencia con lo ocurrido, y en las distintas categorías.
"Expresamos nuestro más enérgico repudio", afirma el comunicado de la entidad que destaca que "la violencia nunca es el camino y debe ser rechazada por el conjunto de la sociedad".
Uno de los primeros clubes en expresarse fue Gimnasia y Esgrima La Plata (del cual es una reconocida simpatizante la vicepresidenta Fernández de Kirchner), que canceló todas las actividades en su sede social.
También lo hizo San Lorenzo, según un comunicado en el que "repudia el atentado contra la vicepresidenta de la Nación".El fanático más emblemático del club "azulgrana" es el Papa Francisco, quien también expresó su "solidaridad y cercanía" con Cristina Fernández de Kirchner "en este delicado momento".
Racing Club, Banfield y Rosario Central estuvieron también entre los primeros clubes en expresar su solidaridad con la exmandataria y su repudio por lo sucedido.
Entre tanto, una sociedad conmocionada se sigue preguntando cómo pudo haber ocurrido lo que ocurrió el jueves por la noche, cuando un individuo identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años, brasileño y arribado al país a mediados de los '90, alcanzó a gatillar dos veces una pistola automática calibre 32 frente al rostro de la vicepresidenta.
Como por milagro, o tal vez por milagro, los disparos no detonaron y la exmandataria logró salir indemne en medio de la confusión mientras el agresor era reducido por los militantes presentes en el lugar y por su custodia.
Una imagen que se viralizó en las redes sociales y que se repite hasta el hartazgo en todos los canales de noticias en la que se puede ver a la vicepresidenta tomarse la cabeza con una de sus manos y agacharse (lo cual presagiaba lo peor) para emerger indemne a los pocos segundos casi ajena a lo que estaba sucediendo.
Una metáfora de la principal líder política de Argentina que desde hace varios días volvió a acaparar la atención al defenderse públicamente de una acusación en una de las causas judiciales que se le iniciaron por supuestos delitos de corrupción durante su mandato.
Así como adujo la propia expresidenta, todo apunta a una maniobra para intentar proscribirla e impedirle una eventual candidatura en las elecciones que se celebrarán el próximo año.
Un "lawfare" impulsado por una justicia -sospechada por gran parte de la sociedad- y también por los medios de comunicación vinculados al poder, como sucedió con otros exmandatarios en varios países de la región como Brasil y Bolivia, por citar sólo algunos casos.
El fallido atentado contra Fernández de Kirchner amenaza hoy con catapultarla definitivamente como la gran candidata en las próximas elecciones, como sucediera en su momento -salvando las distancias y las circunstancias- con Jair Bolsonaro en Brasil.
Pero no deja de resultar preocupante la facilidad con la que el agresor logró acceder a tan corta distancia de la exmandataria y disparar a centímetros de su rostro, situación que generó críticas contra los responsables de velar por su seguridadUn atentado perpetrado a escasos metros de su vivienda y en medio de una polémica en torno al desacato a una orden judicial por parte del alcalde (opositor) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, de desmontar el operativo desplegado hace días en la zona, que derivó en agresiones de la policía comunal contra militantes y contra el propio hijo de la vicepresidenta, el diputado Máximo Kirchner.
"La violencia es el límite", decía Larreta al defender el accionar de su policía, aunque tras el atentado se llamó a silencio, mientras otros líderes de la oposición aducían un "intento de manipulación política" del hecho, a excepción del expresidente Mauricio Macri, que lo repudió públicamente.
CFK pudo ser víctima de un magnicidio como el que sufrió JFK, el entonces presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy en noviembre de 1963 en una Texas donde aún hoy la muerte se pasea con aterradora cotidianeidad.
Asesinato que también conmovió a la opinión pública y cuyo encubrimiento desentrañó Oliver Stone con una película que impulsó la desclasificación de archivos y documentación para desmontar la versión oficial y puso de manifiesto una conspiración.
Cuando lo asesinaron, Kennedy avanzaba hacia un tratado de no proliferación nuclear con la Unión Soviética tras el frustrado desembarco en Bahía de Cochinos impulsado desde Estados Unidos para intentar derrocar al líder cubano Fidel Castro, quien a lo largo de su vida fue víctima de 634 atentados fallidos.
Hoy, algunos recuerdan la eficiencia de Servicio de Seguridad de Estado cubano, mientras la justicia argentina intenta determinar si Sabag Montiel, especie de Lee Harvey Oswald vernáculo, actuó por propia cuenta o también forma parte de una conspiración.
El hecho, además, remite al asesinato del senador Enzo Bordabehere en un atentado perpetrado en el Parlamento, en 1935, que tenía como blanco al también senador demócrata progresista Lisandro de la Torre, quien se suicidó cuatro años después y por entonces denunciaba a empresas frigoríficas de origen británico por negocios turbios con el gobierno de turno perjudiciales para el Estado. (ANSA).