Agencia La Oreja Que Piensa. Por Anabella Almonacid Fernández (*)
Tatu es un nombre en Swahili y fue el seudónimo que utilizó Ernesto “Che” Guevara en el Congo, cuando apoyó a los movimientos insurreccionales y dio batalla contra el colonialismo, después de que el presidente Patrice Lumumba fue asesinado por la CIA para favorecer los intereses de las multinacionales estadounidenses.
Así como el “Che” fue capaz de dejar atrás los privilegios que le dio el triunfo de la Revolución Cubana para involucrarse en una misión internacionalista y en una construcción profundamente solidaria con los pueblos que estaban en lucha por su independencia, el equipo multidisciplinario de Propuesta Tatu realiza, hace más de doce años, diferentes acciones territoriales en tomas de tierras, campesinados y poblaciones de extrema pobreza de América Latina con el cometido de construir una concepción de vida diferente, equitativa, transparente y, principalmente, solidaria.
Esta iniciativa agrupa a médicos de la región, graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba (ELAM) y la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), junto con profesionales del área de la psicología, docencia, trabajo social, economía y comunicación.
Despojados de cualquier espíritu mercantilista y ante los contextos más adversos, los voluntarios aplican sus conocimientos en las barridas para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
La tarea inicia con la atención médica gratuita, con el objetivo de dar respuesta a una necesidad inmediata como la salud de la población, y continúa con la construcción de espacios para la educación, promoción del trabajo, actividades para la niñez y formación sociopolítica.
Se trata de una experiencia única en la región, que busca generar un proceso profundo de construcción social, convirtiendo a la gente en protagonistas y constructores de su futuro.
En la actualidad, Propuesta Tatu funciona en Quetzaltenango, Guatemala; la Región de Bio Bio, Chile; Santiago del Estero, Córdoba, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, Argentina. Así, cual utopía realista, idealista, y desde la ciencia del ejemplo, el ejército de batas blancas y los voluntarios proponen una nueva trinchera de ideas para fomentar la solidaridad, el humanismo e internacionalismo y bajo la premisa de pensar para no ser pensados como pueblo latinoamericano.
(*) Periodista y fotógrafa.Responsable de Prensa y Comunicación,Propuesta Tatu