Agencia La Oreja Que Piensa. Por Fernando Lorenzo. (*)
22 SEP•BUENOS AIRES •REDACCIÓN ANSA. foto: Ansa
A los fanáticos de River Plate seguramente les puso más que nunca la "piel de gallina" en la apoteósica despedida que le tributó a Leonardo Ponzio, el "capitán eterno", un Monumental colmado por cerca de 70 almas y por el que desfilaron actuales y viejas glorias del club "millonario".
"Realmente no esperaba algo así. Estaré eternamente agradecido por esto", afirmó el mediocampista de 40 años, visiblemente emocionado al final de un partido informal que sirvió como excusa para rendirle homenaje al jugador que con 17 títulos conquistados (siete a nivel internacional) es "el más ganador" en la historia del club, como recordaban banderas exhibidas por los simpatizantes.
Un tributo que incluyó una coreografía muy cuidada y a la altura de las circunstancias en la que los miles de aficionados aportaron lo suyo exponiendo carteles que repetían hasta el infinito el número 23 que identificó a Ponzio en su paso por River y obligó a interrumpir el partido cuando se disputaban justamente 23 minutos de juego para ovacionarlo.
El abrazo del volante con su hija, emocionada hasta las lágrimas cuando en las pantallas gigantes del estadio se repasó la historia de su padre en el popular club argentino, fue quizás la postal más emblemática de una despedida inolvidable a la que no faltó casi nadie y que todos disfrutaron casi tanto como el propio homenajeado.
"Me sorprendieron. Yo quería algo sencillo, acorde con mi forma de ser", reconoció Ponzio en el cierre de la jornada en la que varios de sus actuales compañeros y otros ex compañeros de equipo se sumaron a la fiesta en la que el legendario Norberto "Beto" Alonso dio el puntapié inicial.
Por cuestiones de salud, el histórico "10" de River no disputó luego el partido que animaron las nuevas y viejas glorias "millonarias", entre las que brillaron Ariel "Burrito" Ortega, Andrés D'Alessandro, Fernando Cavenaghi, Leonardo Astrada y, fundamentalmente, el ex goleador uruguayo Enzo Francescoli.
El "Enzo", como alguna vez fue bautizado, lució como en sus mejores tiempos y estrelló un remate en el poste antes de convertir un golazo que obligaba a cerrar el Monumental en ese momento, tras dejar en el camino a cuatro rivales para definir con un remate cruzado, dando lugar a un ensordecedor y antiguo "grito de guerra" mientras todo el estadio clamaba "uruguayo, uruguayo".
"Está para jugar en primera", se animó incluso algún hincha con más años al evocar una época de oro con un dejo de nostalgia por los goles que hoy faltan en un River "huérfano" ya de Julián Alvarez, el artillero que "mudó" sus festejos al final de la pasada temporada al Manchester City.
El gol de Francescoli generó, además, una sonrisa indisimulable en el rostro de Marcelo Gallardo, el técnico más exitoso en la historia de River que observó el partido desde el banco de suplentes y no suele sonreír demasiado últimamente en esta Liga profesional argentina en la que su equipo viene de perder hace un par de semanas el Superclásico con Boca Jrs desperdiciando una gran ocasión de prenderse en la lucha por el título.
El miércoles por la noche, poco pareció importar eso a la multitud que se congregó para despedir a un jugador que se convirtió en emblema justamente por su garra para disputar los clásicos con Boca, sobre todo a partir de su actuación frente a ese adversario en semifinales de la Copa Sudamericana de 2014 y, como olvidarlo, en la histórica final de la Copa Libertadores conquistada en Madrid en 2018 frente al eterno rival.
Ponzio, que tuvo dos etapas en River, la primera de ellas de apenas un año (200-08), antes de regresar desde Zaragaza (donde también jugó en dos ciclos), surgió en Newell's Old Boys, razón por la cual en su homenaje participaron ex compañeros con los que compartió sus inicios y también su paso por la selección nacional como Maxi Rodríguez e Ignacio Scocco, que también jugó con él en el "millonario".
Hasta los hermanos Diego y Gabriel Milito, hoy dirigente de Racing Club y entrenador de Argentinos Jrs, respectivamente, que alguna vez se insultaron en cancha "recordando a su madre" en un clásico caliente como jugadores de la "Academia" y de Independiente, dijeron presente en la cita, al igual que el delantero Lucas Pratto, actualmente en Vélez Sársfield y uno de los más ovacionados.
Con una historia tan rica en lo deportivo, faltaron a la cita algunas viejas glorias de River como el ex arquero Ubaldo Matildo Fillol, campeón mundial con Argentina en 1978 junto con el "gran capitán" Daniel Passarella, invitado por el homenajeado a su despedida, pero ausente en un estadio que lo resiste por su pasado no tan feliz como presidente del club.
Esto no impidió que la fiesta fuese completa y Ponzio la vivió como tal, convirtiendo un gol de penal y atajando otro para que el público celebrase como celebró los goles de Cavenaghi, hoy gerenciador de Racing de Montevideo (del barrio de Sayago) con el que acaba de lograr el ascenso a primera división, quien convirtió uno de "emboquillada" (lo que sería un globo en el tenis) y otro de taco a pesar de su prominente abdomen.
Hasta hubo espacio para que el mediocampista Enzo Pérez reeditase aquella histórica actuación como arquero improvisado de un plantel diezmado por el Covid que enfrentó a Independiente Santa Fe por Copa Libertadores en 2021 y para que el ex tenista David Nalbandián, reconocido fanático "millonario", convirtiese su gol.
Pero sin dudas, la ovación de la noche se la llevó aquella conquista del inigualable Francescoli y obviamente Ponzio, quien disfrutó emocionado de una despedida en la que hasta el clima jugó a favor pues la tormenta que se anunciaba para la hora de su homenaje decidió tomarse un descanso.
El mediocampista, que según anticipan fuentes de River seguirá vinculado en el futuro al club "millonario" en otra función, podrá dedicarles más tiempo ahora a sus negocios como productor agropecuario, rol desde el cual cuestionó la decisión del gobierno nacional de aplicar un "dólar diferencial" para el sector frente a la necesidad de recaudar divisas con la liquidación de las cosechas retenidas.
Una "resistencia" que lo emparenta con otras figuras del fútbol argentino como el ex goleador Gabriel Batistuta y Carlos Tévez, el otrora "Jugador del Pueblo" que fue figura en el archirrival Boca Jrs y también intentó eludir en su momento el pago de un impuesto extraordinario a las grandes fortunas para afrontar la crisis derivada de la pandemia. (ANSA).