Agencia La Oreja Que Piensa. Por Fernando Lorenzo (*)
(ANSA) - DOHA, 14 DIC - Pasaron 21 días entre el cachetazo en el debut frente a Arabia Saudita y esta categórica victoria frente a Croacia que depositó a Argentina en la antesala de un nuevo sueño, comandada por un Lionel Messi que sigue brillando.
Golpe que despertó al gigante dormido, como muchos advertían cuando la "albiceleste" de Lionel Scaloni inició su recuperación en un Mundial plagado de sorpresas en el que Argentina se instaló en la sexta final de su historia.
Poco importa hoy si el rival del domingo será la campeona mundial Francia, su "verdugo" en octavos de final de Rusia 2018, o el sorprendente Marruecos, primer semifinalista africano en una Copa, que chocarán mañana por el segundo pasaje.
El primero tiene dueño y es Argentina, que en un martes 13 en el que muchos recomiendan "no te cases, ni te embarques", se sube a la ilusión de la mano de un Messi que la tuvo cara a cara en aquella última final disputada en Brasil 2014.
El capitán y artillero histórico de la "albiceleste" llegó a cinco festejos en Qatar, igualó la marca del francés Kylian Mbappé, su compañero en París Saint-Germain, en la cima de la tabla de goleadores y lleva 11 en Copas del Mundo, además de igualar las 25 presencias mundialistas del alemán Lothar Matthaus.
Messi llegó a 96 goles con la casaca de Argentina y suma ocho asistencias, las mismas que Diego Maradona, artífice de la coronación de México 86, segunda corona histórica argentina después de la que conquistó en 1978 como anfitrión.
"Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar", suena el grito de guerra que baja de las tribunas empujado por esta Argentina que supo sufrir y hoy disfruta de la mejor versión de Messi en un Mundial.
El "Messi más maradoniano", como lo definen quienes reconocen no sólo su talento indiscutible, sino su condición de líder, como supo serlo dentro y fuera de la cancha también el recordado Maradona.
Un paso le queda a la "Pulga" para treparse definitivamente al Olimpo de la historia junto con su legendario predecesor en el trono.
Argentina y Messi dieron un paso más y cumplieron con creces el objetivo que se habían trazado de jugar siete partidos, instalados en el último, el más deseado.
Y lo merece, porque frente a Croacia, que arrancó mejor plantada en el partido arbitrado por el italiano Daniele Orsato, terminó inclinando la balanza y sacó pasaje a la definición.
El subcampeón mundial, comandado por el no menos estelar Luka Modric en un mediocampo plagado de figuras, terminó cediendo ante un rival que le respondió con el corazón, condimento indispensable también para jugar al fútbol.
Corazón que pone cada vez que sale al ruedo, como lo hizo hoy ante un adversario complicado, con empuje y con garra y ganándole el partido anímicamente.
No sólo Messi, que deslumbró una vez más a pesar de que a los 15 minutos acusó una dolencia en la parte posterior del muslo izquierdo que encendió las alarmas cada vez que se tocaba la zona, sino el resto del equipo.
Equipo que lo rodea, cobija y acompaña para coronar el sueño como lo hiciera en aquella Copa América conquistada en Brasil el año pasado frente al anfitrión en el Maracaná.
Allí empezó a nacer esta leyenda a la que Arabia Saudita le cortó un invicto de 36 partidos justo a tiempo para permitirle sacarse esa "mochila" y enfocarse en el objetivo.
Un plantel que por lesiones modificó nombres, pero mantuvo el funcionamiento y encontró reemplazantes con el mismo espíritu de lucha y hambre de gloria.
Julián Alvarez es quien mejor lo interpretó y hoy abriendo el camino a la goleada obligando a Dominik Livakovic a cometerle un penal tras una gran asistencia de Enzo Fernández, otro que supo ganarse un lugar.
Los ex compañeros en River Plate rompieron el partido en esa jugada que Messi coronó desde los 12 pasos con un remate que ejecutó con alma y vida a los 34' para dejar sin chances a un especialista que en este Mundial había atajado cuatro.
Ni se notó en esa ejecución la molestia que persiguió al capitán, como tampoco cada vez que tuvo la pelota en su poder para cuidarla y administrarla en otra noche descollante.
En Messi se inició el segundo gol que nació con Croacia volcada en ataque, cinco minutos después, para que Alvarez iniciara una carrera hasta volver a quedar cara a cara con el arquero.
Pese a que Nahuel Molina y Rodrigo De Paul se mostraban como posibles receptores, el juvenil del Manchester City continuó hasta que en el último toque Borna Sosa falló en el intento por despejar y se la dejó servida para el 2-0.
No sería su último gol, ni tampoco de Argentina, que entendió que era su momento y volvió a llegar con peligro con De Paul y Alexis Mac Allister.
Messi buscó su gol olímpico en un tiro de esquina en la agonía de un primer capítulo que lo encontró defendiendo la pelota frente a tres rivales y provocando una falta.
El DT croata Zlatko Dalic puso toda la carne al asador en el arranque del segundo y mandó al ruedo a Nikola Vlasik y a Mislav Orsic en reemplazo de Mario Pasalic y de Sosa, sumando cuatro jugadores en ataque a pesar de que su equipo quedaba expuesto.
Luego se sumaría Bruno Petkovic sustituyendo a Marcelo Brozovic, un jugador de gran presencia en el mediocampo, y por momentos Croacia logró llegar con mucha gente sobre el arco de Emiliano Martínez, aunque no le alcanzó para descontar.
Argentina siguió generando las opciones más claras, como un remate de Messi tras una combinación con Enzo Fernández en el área que alcanzó a tapar Livakovic a la hora de juego.
Scaloni también consideró que era hora de Lisandro Martínez y lo hizo ingresar por Leandro Paredes para reforzar una defensa en la que volvieron a lucirse Cristian Romero y Nicolás Otamendi, así como Nicolás Tagliafico, de gran solidez para cortar juego por el lateral izquierdo.
Hasta que a los 69', Messi volvió a aparece ïpara sacar un conejo más de la galera y tras desairar Josko Gvardiol a puro talento, envió un centro atrás que le permitió a Alvarez celebrar su cuarto gol este Mundial refrendando una actuación memorable.
Luego, le dejó su lugar a Paulo Dybala, quien hizo su debut en esta Copa como también lo hicieron minutos después Angel Correa y con Juan Foyth, tres que no habían sumado minutos en Qatar.
Ya había dejado la cancha Modric, quien en su despedida de la selección se retiró después de haber sufrido el impacto del balón en pleno rostro tras un remate propio que rebotó en un rival, aunque al dejar la cancha recibió el aplauso del público argentino.
Gesto que se sumó al abrazo que se dio al final del partido con Messi, como para que no queden dudas de que Argentina sabe ganar, mal que le pese a algunos, así como supo perder en su momento.
Hoy, es tiempo de festejos y como gritan sus hinchas "ahora quiero la tercera, quiero ser campeón mundial". Razones para soñar no le faltan, el sueño sigue en pie y buscará coronarlo el domingo en su sexta final, tras las que disputó en Uruguay 1930, Argentina 78, México 86, Italia 90 y Brasil 2014.
- Síntesis:
ARGENTINA (3): Emiliano Martínez; Nahuel Molina (86' Juant Foyth), Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Enzo Fernandez, Leandro Paredes (62' Lisandro Martinez), Alexis Mac Allister (86' Angel Correa); Rodrigo De Paul (74' Exequiel Palacios); Lionel Messi y Julián Alvarez (74' Paulo Dybala). DT: Lionel Scaloni.
CROACIA (0): Dominik Livakovic; Josip Juranovic, Dejan Lovren, Josko Gvardiol, Borna Sosa (46' Mislav Orsic) ; Luka Modric (81' Lovro Majer), Marcelo Brozovic (50' Bruno), Mateo Kovacic; Andrej Kramaric (72' Marko Livaja), Mario Pasalic (46' Nikola Vlasic) e Ivan Perisic. DT: Zlatko Dalic.
GOLES: 34' Messi (A), de penal, 39' y 69' Alvarez (A).
ARBITRO: Daniele Orsato (Italia).
ESTADIO: Lusail, de Doha.
ASISTENCIA: 88 mil espectadores. (ANSA).
(*) Periodista