Agencia La Oreja Que Piensa. Junio 2013. Por Darío Villegas (*)
Se te desdibuja el tiempo,
Camino de ida y desconcierto
Ahí nomás,
Al otro lado del silencio
En los márgenes anochecidos de este espejo
Sobre la playa percudida de noche eterna y preguntas
Donde el infinito
La burocracia de rutinarios cantos de reloj
De las hojas amarilleadas de cansarse
Con su otoño siempre, y cada vez mas nunca
Si tan solo con abrirse el buche,
Arrancarle ese dolor de noche en vano
De madrugadas secas de dolor y sin llanto
Detener la carne oscilando,
Dubitando sobre los acantilados
Ahí, en la nada
En ese todo sangrando su histriónica mentira
Como una verdad sin explicación
Desde el ayer, hasta hoy y luego mañana
Ese racimo de absolutismos divino
Donde todo es porque si,
La muerte a mansalva,
La peste inclemente,
Los niños sin juegos y al rato
Hombres a medias, y ni sueños
Todo el horizonte escapándose
Y el mañana,
Y la hora de los cuerpos que se desangran de olvido
Si con tan solo abrirme la carne,
Descoserla hasta el grito
Arrancarte esa hoja del calendario
Pero,
Ya es tarde entre las bambalinas de esta vigilia sin tiempo
En los desiertos de la palabra giran voces sin viento
Así, sin norte ni estrellas
Y en el rutinario día de las preguntas
Las respuestas se me escapan.
(*) Poeta, escritor, músico. Actualmente vive en la localidad de José C. Paz. Pcia de Buenos Aires.