Agencia La Oreja Que Piensa. Por La Reynamora Azul. (*)
A veces es preciso
Dejar que el agua corra
Añejar dos veces la cosecha
Deshacer en alas una jaula
Torcer el camino que antes era recto
Si una se pone a ver todos los árboles
Que el atardecer inclina
Se arrodilla ante el concierto de luces
Que resultan de un sol apuñalado
La boca sedienta se queda sin palabras
Como mariposa sin alas
Que abreva sobre el azogue de un espejo
Todos oímos el cántico del mar
Que pasa por debajo
Y a los niños las mujeres y los hombres que
Tienen sed de justicia
Todos sabemos la falacia de la lluvia
Cuando trae metales
Todos sabemos la desgracia del viento
Cuando carga la infamia del veneno
A veces es preciso dejar que el agua corra
Se dispare sobre la duda de la tierra que pisas
Y la devuelva mansa cual pájaro ciego
en el hueco de la mano
Sin represas vuelva el cielo
Sin la bárbara electrólisis
Que estalla las venas de la madre
Hay que dejar pasar el agua
No se puede poseer ese algo sin dueño
No se puede atravesar su cuerpo con nada
Lo que el agua da agua lo lleva
Y esta sed de todos
Y esta sed inmensa no será jamás un agua muerta
Poema escrito 14 septiembre 2018.