Agencia La Oreja Que Piensa. 2014. Por Tabby Cordero
Fue un cimbronazo en el centro del pecho,
Un dolor agudo que recorrió la sociedad toda.
Un amanecer de rayos y tormentas,
Electricidad sin fronteras de la vida.
Nuestra sangre joven se paralizó en las venas,
Murieron los sueños entre gritos y
Las sombras barrieron los cimientos
De una sociedad que no entendía.
La lucha por abrir el pensamiento nos había agotado,
El barro de los barrios nos aferraba por dentro,
Las manos callosas, las frentes bajas, los niños desnudos
Entre el humo de una Patria puesta de espaldas a la historia.
El sonido de las botas en la noche, los gritos,
El tórrido bramido de la pólvora y correr
Calles abajo con el vientre cargado de esperanza.
Aullidos desgarrados de cielos torturados,
Las huellas en la sangre compañera.
Un golpe de plomo partiendo las entrañas
Y América Profunda iluminada por las llamas.
Negrura y pavor de huesos rotos,
De mentiras y susurros traicioneros.
Y las banderas desgarradas por la furia
De los que no conocen el suave sabor
De la palabra Patria.
Hay como un rumor de viento en la memoria,
Como un mar lejano que respira
Y desde más allá del horizonte
Un clamor que vuelve y trae sonidos
De cantos, de risas, de marchas descalzas
De gente que regresa codo a codo,
De fantasmas que coagulan
Rescoldos de utopías redivivas.
Pongámonos de pie y
Soñemos otra vez sin ahorros,
Sin mezquindades, a corazón abierto,
Como solo sueñan los que nacen.
La historia olvidará nuestros rostros
Pero germinará el Grial Sagrado
Que portamos.