Christopher Rego junto a su hijo recién nacido (foto aportada por la familia)
El asesino de Christopher Rego confesó hoy ser el autor del crimen que aún lloran una familia y todo un barrio y que representa un nuevo caso de gatillo fácil e impunidad perpetrado por las fuerzas de seguridad en Argentina.
Christopher, a quien sus amigos apodaban "Bocha", tenía apenas 26 años, toda una vida por delante y un hijo de apenas 40 días que, como reconoció sin consuelo su viuda Luana, "crecerá sin su papá".
"Hace unos días festejábamos su cumpleaños y al siguiente lo estábamos enterrando. Todavía no lo puedo creer. Estaba tan feliz por el nacimiento de Bastian y no le duró nada", explicaba la joven, entrevistada por medios de prensa locales.
"Aún no caigo", agregaba Luana, expresando con las palabras exactas sus sentimientos a pesar del dolor de la pérdida irremediable, mientras que su padre, Jorge, aseguraba: "Lo mataron como a un perro".
Familiares, amigos y vecinos realizaban hoy una nueva marcha en reclamo de justicia cuando el oficial Pablo Brítez confesaba ser el autor del asesinato ante la jueza a cargo de la causa, Yamile Bernan.
Brítez está imputado por homicidio agravado, pero otros siete ex prefectos como él permanecen detenidos y enfrentan cargos por encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Se trata de Mariano Paredes, Rubén Viana, Javier Fernández, Gustavo Guevara Díaz, Jaqueline Acosta, Cristina López y Lucila Carrizo, exonerados de la fuerza al igual que Brítez por participar en la maniobra para encubrir el crimen.
Maniobra que sólo se conoció gracias a la declaración de un testigo que era amigo de la víctima y presenció la secuencia del asesinato, que también quedó registrado en las cámaras de seguridad instaladas en la zona.
El joven observó como los imputados intentaron plantar pruebas falsas en el lugar del crimen y prestó declaración pese a haber recibido amenazas, al igual que otros testigos de la causa investigada por el fiscal Daniel Pablovsky.
Los testimonios y la evidencia recabada permitieron esclarecer el hecho y obligaron a Brítez a confesar su autoría, dando por tierra con el relato original de los hechos efectuado por las fuerzas de seguridad.
Relato que apuntaba a la responsabilidad de la víctima al intentar eludir un control vehicular, como si eso justificase que le tiraran a matar, como lo hicieron, acabando con su vida con dos balazos certeros.
"Decidimos la exoneración de los prefectos que participaron, sin informar, del episodio donde murió Christopher Rego. Estamos junto a la justicia para conocer toda la verdad", rezaba un comunicado del Ministerio de Seguridad.
"Firmes cuando quebrantan la ley y la confianza de la sociedad", completaba la nota firmada por la ministra Patricia Bullrich, quien hace días visitó a un policía implicado en otro caso de gatillo fácil.
"No está solo", le dijo la ministra a Luis Chocobar, el policía procesado por el homicidio de Juan Pablo Kukoc, quien falleció cuatro días después de recibir dos disparos por la espalda efectuados por el efectivo después de un robo.
Chocobar, que intercedió para detener a Kukoc y a un cómplice menor de edad con quien había apuñalado a un turista estadounidense en el barrio de La Boca, fue procesado por "exceso en la legítima defensa".
El hecho ocurrió en diciembre y el accionar del policía fue elogiado por el presidente Mauricio Macri, quien lo recibió el febrero en la Casa Rosada (sede del gobierno) pese a que ya estaba imputado por los cargos por los que fue procesado.
"Hiciste lo que hay que hacer, que es defendernos de un delincuente", le dijo el mandatario durante aquella reunión de la que también participó Bullrich, quien le aseguró: "Vamos a cuidar a los que nos cuidan".
"Dejen de poner al policía como culpable cuando defiende a la gente", reclamaba la ministra de Seguridad, cuya renuncia exigen organismos de derechos humanos y familiares de Santiago Maldonado.
El joven artesano desapareció durante la represión de una protesta mapuche en la provincia de Chubut por parte de la gendarmería hace más de un año y su cuerpo fue hallado sumergido en un río 77 días después del hecho, aún no esclarecido.
La versión oficial apunta a la hipótesis de una muerte por ahogamiento, según surge de la autopsia y de los peritajes forenses, pero aún no fueron establecidas las circunstancias de la misma.
Las sospechas de encubrimiento por parte de la propia fuerza y de funcionarios públicos le dieron un tinte aún más macrabo al caso Maldonado, relatado en el documental "El camino de Santiago", de Tristan Bauer, de accidentado estreno.
Un grupo de encapuchados arrojó piedras y otros objetos contra los cristales de la sala en la que se exhibía y contra la concurrencia, un hecho que Bullrich no repudió, ni cuestionó como si lo hizo respecto del contenido del documental en sí.
"Hacen una película para ver si logran revertir la verdad", dijo sin ruborizarse la ministra, que seguramente no tendrá respuestas para Jorge Rego, padre de Christopher, cuando afirma: "Te matan los mismos que deberían cuidarte".
"Si en lugar de intentar ocultar el crimen hubiesen llamado a una ambulancia, tal vez se hubiese salvado", lamentó su viuda, pues Christopher falleció a poco de ser trasladado al hospital Penna, ubicado en el mismo barrio de Parque Patricios.
El autor del crimen confesó, pero esto no alcanza para aplacar el dolor por la inexplicable muerte de "Bocha", asesinado a metros de su propia casa y de la cancha de Huracán, el club de sus amores.(ANSA).
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