Agencia La Oreja Que Piensa. Por Esteban Acosta Vivas
Despido a un amigo, no porque lo fuéramos, Hablamos cuatro o cinco veces, Compartíamos un amigo en común que fue quien nos presentó Cacho Envair El Kadri.
Yo ya era fanático de sus simplezas, de sus ventanas, de la ternura de espiar el mundo por el ojo de la cerradura.
Eran los setenta, nos abría los ojos, a los que buscábamos un camino en la historia, que navegaba por las venas abiertas de América latina..Y nos enrolaba en la hermandad en “El Libro de los abrazos”.cada libro era una crónica del mundo que iba “Patas arriba” Como no llamarte amigo si me acompañaste en toda la adolescencia y me seguirás acompañando con tu manera de ver la realidad. No es difícil caer en el lugar común al decir las letras están de luto. Si eres el mayor cronista de la realidad .Latino Americana.
Quedará una silla vacía en “El Brasilero” que cada vez que visite Montevideo, te vere alli espiando la vida en tu lugar de siempre. Y después recorreré como lo he hecho varias veces los lugares de las andanzas de Ganapán y Buscavida como en “la Canción de Nosotros.”
Sinceramente no te voy a extrañar porque eres un ser humano hecho de palabras, y las palabras no mueren nunca.