Agencia La Oreja Que Piensa. Septiembre 2012 (Por Ernesto Vera) (*)
Acaba de celebrarse en Caracas el Congreso más trascendente en la historia de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), con valor actual y estratégico, acorde al sueño de sus fundadores hace treinta y seis años.
La magna asamblea estuvo impregnada de la fuerza combativa de la Revolución Bolivariana en uno de sus momentos más decisivos, apenas un mes antes de su victoria más contundente.
Unión antimperialista, defensa a fondo del periodismo revolucionario, de su ética profesional, fueron constantes en las intervenciones y acuerdos.
Como nunca, los delegados asumieron su responsabilidad y mostraron la confianza en un futuro donde serán concretados en forma consciente los sueños de los periodistas consecuentes en nuestra región.
La FELAP, fundada en México en junio de 1976, tuvo su convocatoria dos años antes en la capital venezolana por iniciativa de la Asociación de Periodistas de Venezuela (APV), cumpliendo así con el llamado de Montevideo en 1951, realizado por las organizaciones que denunciaron el secuestro imperialista de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en 1950. En esta ocasión, volvió la FELAP a sus orígenes, ahora en plena Revolución.
Ha regresado, sobre todo, con los principios fundadores intactos, prestigio que la hace digna del más hermoso combate dado en la tierra bolivariana.
Venezuela, por donde hoy cursa la línea caliente entre la mentira organizada y la verdad pujante de su pueblo, estremeció a los asistentes al XI Congreso y los hizo mejores en lo político, profesional y personal. No hay definición mejor para calificar la grandiosa reunión que considerarla como la hermandad más auténtica de los que han sido combatientes por el honor de la profesión en Latinoamérica.
Comienzan nuevos tiempos para la FELAP y serán cercanos a su refundación, con la seguridad de ser más útiles y merecedores del aprecio de los pueblos que representan.
De importancia extraordinaria fue la afiliación de Plataforma Periodística de Venezuela (PPV), organización que acaba de fundarse como expresión del sentir revolucionario de gran parte de los periodistas.
Desde ahora, la FELAP volverá a tener en sus filas a profesionales e informadores comunitarios con los principios éticos de esa función publica, lo que es negado por los grandes propietarios, convirtiéndola así en la única función que tiene prohibido ejercerse con ética.
Demostrarán en forma convincente que el verdadero periodismo no nació con el dinero, sino con las luchas independentistas que ha acompañado siempre.
¿Acaso fueron distintos los objetivos de las publicaciones fundadas por Simón Bolívar y José Martí?
(*) Destacado periodista cubano y fundador de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP)