Agencia La Oreja Que Piensa. Argentina 2010. (Por Héctor Corti)
Cuando Adolfo Pérez Esquivel fue designado el 13 de octubre de 1980 Premio Nobel de la Paz, los espacios en los medios de comunicación gráficos y audiovisuales de la Argentina para difundir semejante noticia no sobraban. La censura, los silencios cómplices y las plumas al servicio de la dictadura se encargaron de minimizar y hasta deformar semejante noticia. En medio de ese panorama, fue en la revista deportiva Goles Match donde se publicó una de las primeras entrevistas después de conocerse la premiación.
Roberto Fernández en la actualidad.
La nota de la edición número 1659 del 15 de octubre de 1980 ocupó una doble página bajo el título “Gol argentino”. También tuvo una llamada en su portada: “Deporte y violencia. Habla el Premio Nobel de la Paz”. El periodista Roberto Daniel Fernández autor, junto a Carlos Ares, Horacio del Prado y Osvaldo Pepe, del artículo que salió sin firmas, explicó que la decisión de hacerlo fue de improviso y tuvo como disparador una nota de la revista Gente que atacaba a Pérez Esquivel.
“Aquella mañana estábamos en la redacción leyendo esa nota firmada por la pluma alquilada a la dictadura de Renée Sallas. En aquella época Gente era dirigida por el interminable e impune Samuel ‘Chiche’ Gelblung. Ese artículo era indignante, un ataque contra Pérez Esquivel. Fue entonces cuando decidimos ir a verlo”, recuerda Fernández en una charla que mantuvo con La Oreja que Piensa.
El trayecto entre Leandro Alem y Paraguay, donde estaba la redacción, hasta México al 400, sede del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), fue realizado por los cuatro periodistas con muchas dudas y miedos debido al clima de represión que se vivía en el país. Además ellos, al igual que el resto de los argentinos, no sabían demasiado sobre Pérez Esquivel.
“Nosotros no habíamos acordado ninguna entrevista. Imaginate la cara de la persona que nos abrió la puerta, creo que era el hijo, cuando vio a cuatro tipos que decían ser de una revista deportiva que venían a ver a Pérez Esquivel”, describe Fernández.
El encuentro con el flamante Nobel fue cordial y hasta con algunas situaciones pintorescas. Es que después de la sorpresa y cuando acordaron realizar la nota, debían encontrar un tema que justificara su publicación en una revista deportiva.
“Le preguntamos si había practicado algún deporte, y él, después de pensar un rato nos contó que durante un tiempo tuvo un barquito. ‘Muy bien, entonces hablamos de yachting’, dijimos. Por supuesto que eso enseguida derivó en temas más profundos sobre su visión del deporte y el Mundial ‘78”, cuenta Fernández.
Aunque la entrevista no fue levantada por ningún otro medio, su publicación provocó un gran revuelo y citaciones de los militares a los propietarios de la revista. “Las travesuras periodísticas que nosotros hacíamos no tenía nada que ver con el pensamiento de los dueños de la editorial, que estaban en el otro extremo. Lo que pasaba era que el director, Jorge Azcarate, siempre sacaba la cara por nosotros”.
Goles Match era una revista de Editorial Crea, que estaba controlada por la italiana Rizzoli y tenía una fuerte vinculación con la logia masónica italiana Propaganda Dos (P2), que en la Argentina tuvo entre sus integrantes a José López Rega, creador de la Alianza Argentina Anticomunista (AAA) y el integrante de la Junta de la dictadura Emilio Massera.
Fernández dice que alrededor de Goles Match se había creado una leyenda por la que muchos creían leer cosas entrelíneas. “Si bien nosotros éramos muy críticos, tratábamos de abordar temas con ejemplos trasladables y queríamos que la gente pensara, algunos llevaban esa mirada al extremo y decían haber descifrado un mensaje hasta en el comentario de un partido”.
La entrevista a Pérez Esquivel y la línea crítica derivó que apenas unos meses más adelante, el equipo periodístico comenzara a desarmarse. “Carlos Ares fue amenazado de muerte y se tuvo que exiliar en España. Y de a poco le fueron buscando la vuelta para echarnos a todos”, concluyó Fernández.